El teólogo y escritor brasileño Leonardo Boff analizó en diálogo con el programa “Un Poco Nomás”, de AM750, la actualidad de Brasil bajo el mando del ultraderechista Jair Bolsonaro y aseguró que en el país hay "una violencia que se siente legitimada” por el flamante mandatario.

“Jamás hubiera imaginado que podíamos llegar a una situación tan degradada”, señaló Boff al denunciar el asesinato de integrantes de pueblos originarios en Dourados, una localidad de Mato Grosso do Sur. "En nombre de Bolsonaro fusilaron tres indígenas", aseguró el referente de la Teología de la Liberación. "Hay una violencia que se siente legitimada por Bolsonaro que decía que al ganar el poder iba a ametrallar a 12 mil del PT, el hijo dijo que 12 mil es muy poco, tienen que ser 100 mil, hay que limpiar Brasil del PT", añadió.

También recordó que Bolsonaro "estuvo en el nordeste, donde Lula ganó con el 70 por ciento de los votos, y dijo: 'Yo no seré presidente del nordeste, donde viven 30 millones de personas, ellos tienen su presidente que está en la cárcel'". Para Boff, Brasil se transformó en un “Estado post democrático”. “No cuenta la Constitución y las leyes, se utiliza la policía política, la policía militar, con mucha violencia", planteó.

Señaló que Bolsonaro "se alineó totalmente a Trump, lo dijo claramente, y vamos a permitir una base militar en Brasil" y hasta llegó a decir que su país puede abandonar la ONU. “Una tontería total", consideró Boff y graficó: "Tenemos vergüenza de ser brasileños con este gobierno".

Respecto al futuro, el teólogo de 80 años adelantó que se está gestando un “gran frente suprapartidario, de la sociedad civil, con todos los partidos” para “defender una democracia que ya no existe”. “Ya era una democracia de baja intensidad, ahora hay que salvar lo mínimo de la democracia: que las personas puedan hablar", manifestó. Uno de los puntos principales de ese frente será plantar una oposición a la reforma previsional “que Bolsonaro quiere imponer dentro de dos meses".

Por último, Boff advirtió sobre la posibilidad de que los militares den un "golpe blando" cuando ya no les sea útil Bolsonaro y asuman ellos mismos el poder en Brasil.