Durante el periodo de aislamiento por el coronavirus, los números de víctimas por violencia de género se incrementaron de forma progresiva, como así también el pedido de ayuda a las diferentes líneas de asistencia. Esos números obligaron a repensar diferentes acciones para eliminar la violencia de género contra las mujeres y la comunidad LGBTI+.

En ese contexto, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) recibirá financiamiento para colaborar en el diseño y desarrollo de políticas que contribuyan a erradicar la desigualdad de género en el territorio y dentro del sistema universitario. El beneficio llegó por medio de un convenio que firmó la ONU Mujeres y la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y Contra las Violencias (RUGE), de la que forma parte la UNICEN.

Según explicaron desde la Universidad, la propuesta del convenio está orientada a desarrollar una serie de ejes que vinculan al programa de género de la UNICEN, al área de género del municipio y a diferentes organizaciones sociales para trabajar en conjunto en los sectores donde se encuentra presente la institución. Entre los ejes a trabajar está la formación de todas las autoridades de la Universidad sobre la Ley Micaela, con una capacitación que empiece por aquellas personas que se encuentran en cargos de gestión.

Por otro lado, destacaron que el convenio llegó para “fortalecer el trabajo previo”, ya que cuentan con recursos para gestionar conexiones con profesionales de otras instituciones, que llevarían adelante esas capacitaciones programadas.

Otros de los ejes establecidos es trabajar sobre el monitoreo y aplicación de la Ley Brisa en todo el país, la cual contempla una ayuda económica para niños, niñas y adolescentes hijos de víctimas de violencia de género. En ese sentido, también buscarán fortalecer la articulación entre la Universidad, los gobiernos locales y las organizaciones de la sociedad civil.

En función a eso, expresaron que la UNICEN cuenta con cuatro sedes en la Provincia de Buenos Aires, donde buscan abordar diferentes problemáticas de las comunidades y brindar respuestas que tienen que ver con el acceso a sus derechos y la prevención de la violencia de género.

En relación con el contexto de aislamiento social obligatorio, desde la UNICEN desarrollaron un plan de contingencia para la atención integral de víctimas de violencia, que contempla un registro de denuncias para analizar cómo intervenir en función a cada caso en particular. Las demandas de intervención derivan de las llamas a la línea 144,de las promotoras capacitadas en violencias que trabajan en los barrios o de las comisarías de la mujer.

Asimismo, advirtieron “la feminización de la pobreza se hizo muy evidente en esta situación de pandemia”, ya que aseguraron que las demandas recibidas no siempre estuvieron relacionadas con la violencia, pero sí con la desigualdad de género en términos económicos. En ese sentido, seguirán trabajando en las diferentes líneas de acción que desarrollaron desde el programa de Género de la casa de estudios esas propuestas se materialicen en una agenda común entre la comunidad y los gobiernos locales, y, de esa forma, poder elevar propuestas que logrenconformar políticas públicas vinculadas a la erradicación y prevención de la violencia.