En el marco de la nueva etapa de la cuarentena que anunció el presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof, dijo que la aplicación en la provincia de Buenos Aires será diferenciada entre lo que se conoce como conurbano y el resto del distrito. Por un lado reconoció que la curva de contagios por coronavirus "está creciendo" en el Gran Buenos Aires y por lo tanto, el aislamiento "va a seguir básicamente en la misma situación". En el resto del territorio provincial, donde la circulación de casos se ha reducido o desaparecido, dijo que se aplicará un sistema de fases que permitirá ir habilitando de a poco nuevas activades. Kicillof se preocupó en aclarar que el incremento de contagios de coronavirus "no es un problema privativo de los barrios populares".

El gobernador estuvo con el Presidente en la Quinta de Olivos junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, donde acordaron las medidas que se aplicarán en el distrito del AMBA, que comparten, para este nuevo período de cuarentena que se extiende hasta el 21 de junio. Junto a ellos, el gobernador participó de la conferencia de prensa donde dio cuenta de los anuncios y de las particularidades de su provincia.

Kicillof reconoció que se han triplicado los casos de contagio y que el 85 por ciento se producen en el AMBA. El gobernador tiene bajo su responsabilidad 13 millones de personas que viven en el Gran Buenos Aires donde se producen la mayoría de los contagios. Aunque aclaró que en el conurbano hay 49 casos cada 100 mil habitantes en comparación de CABA donde con 3 millones de habitantes hay un 303 casos de covid-19 cada 100 mil personas. En ese sentido señaló que "no es verdad que haya más contagio en los barrios populares y entre la población de mayor edad" porque del total de casos conocidos solo el 16 por ciento pertenecen a las villas bonaerenses. En cuanto a las villas porteñas dijo que allí se produjo sólo el 38 por ciento de los contagios.  

Ahora bien, en lo hace a las diferencias que existen entre el conurbano y el resto de la provincia de Buenos Aires, Kicillof señaló que allí solo hay un promedio de 8,5 contagios cada 100 mil habitantes. De ahí es que decidió aplicar medidas bien diferenciadas. En el conurbano se mantendrán la cuarentena tal como viene sucediendo donde, por ejemplo, los niños solo podrán seguir saliendo a la calle para acompañar a sus padres a alguna compra que se haga en comercios de proximidad. De todas formas advirtió que todos los intendentes propondrán medidas acordes a la situación que viva el municipio.

Por caso, en el resto de la provincia se autorizará la reapertura de muchas más actividades que se expresará a través de un "sistema de fases para los 135 municipios, de acuerdo con sus diferentes realidades". Aunque advirtió que la reaparición de contagios, como sucedio en Necochea pero también en Olavarría o Capitán Sarmiento,  obligará al distrito a retroceder en las medidas autorizadas. Las fases serán cinco y la última es la que permite la mayor cantidad de actividades porque no tuvieron casos en 21 días. Kicillof dijo que hay 61 municipios en esa condición. 

En el Gran Buenos Aires se mantendrá la apertura del comercio de cercanía pero no los que funcionan en las calles principales. Reconoció que los intendentes determinarán cómo será el mecanismo de apertura pero señaló que en lo que hace a la venta de indumentaria se realizará fuera del local sin posibilidad de que se pruebe la ropa. Kicillof dijo que este nuevo protocolo se terminará de definir en los próximos días de acuerdo a las particularidades de los municipios. En cuanto a Villa Azul, el gobernador dijo que "existe la posibilidad de que a partir del lunes próximo se flexibilice el aislamiento" porque descendió el número de contagios por día que pasó de 50 a 5.