Tiempo de elecciones, tiempo de propuestas, algunas coherentes, otras irrealizables, muchas de ocasión. Sin embargo, el deporte, desde hace varias décadas y salvo alguna excepción, no pareció mover el amperímetro presupuestario hacia un nivel al menos razonable, sino que tampoco se lució con nuevas propuestas o siquiera expresiones de deseo.

"Hay otras prioridades", parece ser la frase de cabecera acuñada por funcionarios de diversas tendencias. La escuché por primera vez hace 50 años en los inicios de mi carrera en el deporte, y la frasecita de apenas tres palabras aún no se ha marchitado.

En parte es verdad. En Argentina y en este mundo injusto hay y habrán otras prioridades, pero los funcionarios de turno, en tanto, se están perdiendo de verificar por sus propios medios lo importante para la cohesión social que será que la niñez, la juventud, en fin, la sociedad toda, pueda acceder al maravilloso mundo del deporte, tanto al social, como al de alta competencia.

Bienvenidos entonces proyectos, propuestas y acciones con sus respectivos presupuestos, que nos indiquen que alguien piensa en el deporte más allá de las añejas y huecas frases de ocasión como "hay que sacar a los chicos de la calle" o "mente sana en cuerpo sano".

* Ex Director Nacional de Deportes.