"Me motiva. No lo tomo como una ofensa ni nada, sino como combustible para decir: 'Ok, tú crees que me estás retando'." Aczino explica cómo se siente frente a sus rivales. Son palabras que se apoyan en una soberbia justa y necesaria, y que activan la incógnita sobre cómo será estar dentro de la cabeza del mejor de todos los tiempos. El asombro ante lo excepcional vale tanto para sus espectadores como para cada freestyler que sueña con ganarle, aunque sea, una vez en la vida.

"Ese reto me activa instintivamente en lo que tengo que hacer", dice. "Ni siquiera tengo que forzarlo. Simplemente escucho que dicen que me van a ganar, y es como cuando a Marty McFly le dicen 'gallina', que voltea, pierde el control y quiere irse a los golpes. A mí me dicen que me van a ganar y se me prende ese instinto de batallar. Me resulta mejor tener ese tipo de motivaciones. Que alguien diga que me va a ganar, que la gente diga que me va a ganar, que los medios digan que me ganaron: a mí todo eso me motiva para dar más."

En un contexto en el que se exalta el valor de la opinión, pocas ponderaciones generan tanto consenso como la condición legendaria de Aczino dentro de las batallas. Si el universo del freestyle competitivo se nutre de la relatividad, en la figura de Aczino se fue consolidando lo absoluto. Y tanto fue así, que él mismo empezó a tomar el lugar que el resto le asignaba: el de ser el mejor de todos los tiempos.

Así lo expresa en su larga duración más reciente, al que simplemente tituló El G.O.A.T., cuya canción epónima indica: "Ese es el problema con la cultura hip hop / Que no hay crecimiento, y eso es porque no hay unión / Todos peleándose para ver quién es el mejor / En vez que de una vez acepten que el mejor soy yo". No sólo se trata de títulos, sino de lo que genera el competidor. Pero sí, también se trata de títulos, y Azcino tiene más de 40 oficiales, incluyendo tres Red Bull Batalla internacionales (el único con ese número), logro que va a buscar revalidar el 2/12 en Colombia, en la Internacional 2023 a la que acaba de clasificar Jesse Pungaz como ganador de la Batalla argentina, y en la que también ya estaba Mecha por haber salido 3º en la Inter 2022.

Durante el último par de años, el rapero de 32 años nacido en Nezahualcóyotl, México, reservó su participación en competencias para momentos puntuales, lo que le permitió dedicar más tiempo y energía a la música, un traspaso que ha ido haciendo, con mayor o menor repercusión, un buen número de colegas. El relanzamiento tiene que ver con su nuevo ánimo y, además, con el apoyo de un sello multinacional.

"Han sido los lanzamientos más exitosos de toda nuestra carrera", destaca el MC, que elige la primera persona del plural para repasar su camino en solitario. "En años anteriores habíamos estado en God Level, BDM, Supremacía, todas las ligas de freestyle que existen, no teníamos tiempo ni siquiera de entrar al estudio. Era estar de gira todo el tiempo y por todos lados, que la creatividad en tu cerebro estuviera enfocada a improvisar más allá de componer. Entonces, ya el año pasado decidimos poner mucha pausa a las competencias y sólo enfocarnos en tres, que fueron Red Bull, Batalla de Campeones y FMS. Todo lo demás fue enfocado a la música. Creo que eso nos hizo tener buenos resultados."

  • En tu música solés ir mucho más por el rap clásico que por ritmos de moda. Y en competencias le tiraste al trap y al reggaeton, ¿son formas que no te complacen?
  • Son temas de batallas, donde tienes que buscar los argumentos para tratar de herir a tu contrincante. Defiendo mucho lo que es el hip hop clásico y este tipo de cosas, y es como el papel que tomo en la batalla. Respetamos el trabajo de los demás artistas a los que les gustan esos géneros, pero en general no me gusta hacer otra cosa. Lo más que llego a hacer es tomar estos ritmos modernos, porque sí tengo canciones con un ritmo más parecido al trap, pero la temática no va hacia ahí. Creo que muchas veces nos confundimos en los géneros urbanos: cuando hacemos hip hop o cuando hacemos este tipo de música, no sólo es el ritmo. Cuando oyes a un rapero en un ritmo de rap, no necesariamente está haciendo hip hop.

  • ¿Dónde está la diferencia?
  • A veces nada más se utiliza el ritmo del rap para cantar una canción del género, pero adentrarte en el hip hop es respetar esta cultura, esta esencia, comunicar un poco de qué se trata. Incluso las temáticas que tomas, la estética del video, en todo este tipo de cosas te das cuenta de que están haciendo hip hop. Y esto pasa también con el trap. Por ejemplo, yo puedo rapear sobre un trap, pero no estoy haciendo trap, porque el trap tiene más que ver con la delincuencia, con ganarse la vida en la calle. Yo no represento ese movimiento. Es un poco confuso, y un poco hay que vivirlo para entenderlo, pero va por ahí: no es tanto que no me guste el ritmo, sino que no comparto la ideología.

  • Te adentraste en la cultura hip hop a partir del graffiti. ¿Pensás que con la influencia creciente del freestyle fueron quedando atrás otros elementos de la cultura?
  • Considero que va más allá del freestyle. Al menos en mi experiencia, cuando ibas a un evento de graffiti, eran muy pocos los graffiteros a los que les gustaba el hip hop. A muchos les gustaba otro tipo de música como la electrónica, el rock o el ska. Creo que del graffiti ilegal sí se puede ver más esta relación. Pasaba lo mismo en el breakdance: fui a muchos torneos como espectador o como MC, y hay muchos b-boys que tampoco se identifican con la cultura hip hop. Y con los djs pasa lo mismo, hay mucho dj que es de club y listo, hay djs que no hacen scratches, que son nada más de fiesta, que no samplean, que no escarban en los discos de vinilo. Entonces, creo que al menos en mi país no hay unidad de todos los elementos de la cultura hip hop. Escucho muchos raperos o muchos freestylers, y no me identifico con ellos ni con su discurso, porque no es lo que vivo.

  • ¿Por ejemplo?
  • Digamos que en una batalla a mí me sale de tema "televisor". A lo mejor me pongo a hablar de que el televisor es un medio de control a favor del sistema y bla bla bla, una cosa muy apegada a la protesta, o algo así. Y a lo mejor un chico nuevo que no tiene esa noción, pues te habla del televisor y te saca una rima con programas televisivos, te saca un punchline del programa de moda, de la película de moda, de la plataforma de moda, y ese ingenio es bonito para la disciplina del freestyle, pero lo que a mí me representa es otra cosa. Entonces ése es muchas veces el discurso que no se entiende de los raperos que dicen que el freestyle no va tan ligado con la cultura. Hay gente a la que le gusta el freestyle más puro. En Argentina, por ejemplo, hay mucho de esta corriente, gente como el Acru que hace un freestyle cero enfocado al formato, cero enfocado a lo cotidiano que hoy tiene una batalla.

Foto: gentileza de prensa Red Bull Batalla

  • ¿Qué cambios detectaste en el freestyle competitivo a lo largo de tu carrera?
  • Creo que han cambiado muchas cosas. Hay cosas positivas, como la estabilidad que tienen ahora los MCs y sus aspiraciones. El hecho de decir: 'Quiero ser una estrella en las batallas para poder comprarle un coche a mi papá'. Es muy positivo tener la posibilidad de pensar en un futuro a través de tus habilidades artísticas, y eso es gracias a toda la infraestructura que se ha formado a lo largo de tantos años. Algo que se pudo haber desviado del camino, pero lo veo natural, es que haya tanta gente involucrada que a lo mejor no está tan informada, no solo público sino también críticos, medios de comunicación. Muchas veces me presentan, y de cinco cosas que dicen, cuatro están equivocadas. Pero lo considero parte del crecimiento. Cuando vas a un estadio de fútbol, es muy poco el porcentaje de gente que conoce a todos los jugadores, que sabe cómo se va a plantear la estrategia o los puntajes en la tabla. La mayoría va a disfrutar y a ver un buen gol. A lo mejor hay mucha gente que no sabe de qué se trata toda la historia del freestyle, pero quiere ver un buen punchline.

  • Te tocó ser local en la Internacional 2022, donde conseguiste un segundo título consecutivo y el tercero en tu carrera. ¿Cómo te sentiste?
  • Híjole, viéndolo en retrospectiva, me sentí muy aliviado. Días antes de la batalla estaba demasiado nervioso. Había mucha expectativa puesta en que me ganaran, mucha gente asegurando cosas, muchos youtubers de España que decían que con la selección española que iba no tenía yo oportunidad. Mucha gente pensaba que la condición de local y de campeón vigente me iba a dar para abajo, y también cuando vi el camino que me iba a tocar, que era Blon, Mecha, una hipotética final con Gazir o con Skone... todas esas cosas me hicieron sentir muy presionado. Verme tan cómodo y tan suelto en los videos, en un nivel en el que ya no había estado las últimas batallas en las que había participado, me llenó de alivio.

  • Algunos competidores dijeron haberse sentido incómodos por el favoritismo del público hacia vos, ¿cómo lo percibiste?
  • Hay muchos MCs, sobre todo de la nueva generación, que se sienten más cómodos sin público. Después de la pandemia no había habido tantos eventos con mucha gente, entonces creo que es la inexperiencia de no saber qué hacer en esa situación. Pienso que se sintieron muy confiados también. Vi sus nacionales, y a los que les gané decían que iban a ir por mí, que me iban a ganar en mi casa. Incluso Blon en una entrevista días previos dijo que le gustaba estar de visitante; que cuanto la gente más apoya al otro, él se pone más cachondo; y después de la batalla ya decía que no, que no lo motivaba, que no había podido. Se hicieron una ilusión muy grande y cuando llegaron no supieron qué hacer, y ahí no quedaba otra que buscar a ver qué me afectó: me sirvieron la sopa fría, es que el agua no estaba caliente en el baño, pues ya buscas cualquier cosa. Creo que era muy lógico que la gente iba a estar conmigo: toda la fila afuera del Palacio de los Deportes tenía mi playera, tenía dedos de espuma haciendo cuernitos. Creo que no supieron qué hacer cuando vieron ahí el monstruo.

  • ¿Cuántas veces te sentiste vulnerable arriba de un escenario?
  • Creo que todas. Siempre que me subo me siento expuesto, indefenso, porque no sabes qué te van a decir, no sabes qué vas a decir, si va a ser un día bueno o malo. Ahora que comentabas el tema de que todos estaban apoyando, parece fácil decir 'Todos te apoyan y haces un buen papel', ¿pero qué tal si ese día no tienes ideas y no conectas rimas? Creo que es bien fácil buscar como justificaciones del por qué pasan las cosas, pero el hacerlas es diferente. Es como cuando dicen que tal música es popular porque habla de las cosas que quiere oír la gente a la que manipulan, porque se la pasan en todos lados, y yo considero que el artista tiene que hacer su parte. Tienes que tener ese carisma, tienes que tener ese don, tienes que tener esa chispa que no se compra, que no se crea. Creo que es muy comparable con lo que pasa ahora en las batallas y esa sensación de tener un ídolo al que apoyar.


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