Una de las pocas propuestas de campaña que sí está cumpliendo el electo presidente Javier Milei es la de recortar a diestra y siniestra en el ámbito público, y comenzó por la obra pública. La noticia generó para provincias y municipios la frustración de ver cómo se caerán por falta de inversiones, o quedarán inconclusas, muchas mejoras en rutas, viviendas y edificios, pero también trajo consigo un problema más acuciante, el incremento de la desocupación de la mano de la paralización de la actividad.

En Salta, el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Rubén Aguilar, informó que más de la mitad de los trabajadores de la construcción que dependían de la obra pública ya perdieron sus trabajos, mientras que hay otro porcentaje que pende de un hilo y de que lleguen nuevas inversiones.

De los más de 6.000 trabajadores que dependían de la obra pública, unos 4.000 ya no lo hacen, “y hay obras como la de la ampliación del Hospital San Bernardo, la de la planta depuradora de zona Sur, la del aeropuerto y la de la Ciudad Judicial de Orán, que están paralizadas totalmente”, a pesar de depender, muchas de ellas, de fondos internacionales como los que provienen del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), advirtió Aguilar.

El dirigente sindical explicó que la obra de la planta depuradora es la única que sigue “pero a cuenta gotas”, y que la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que tiene a cargo ese emprendimiento ya informó que de no llegar nuevos fondos que se ajusten a una redeterminación de precios acorde a los aumentos que produjo la devaluación de diciembre, “también van a frenar totalmente la actividad y se van a retirar”.

“Complejo”, así definió el futuro del sector el presidente de la Cámara de la Construcción de Salta, Juan Manuel Guiñez. “Desde que asumió la nueva administración nacional, ese recorte de la obra pública que venían anunciando como eje de campaña se cumplió, y está pasando también en recortes de fondos de las obras que se ejecutan a través de la provincia, pero tienen fondos del presupuesto nacional”, detalló.

Esa situación provocó lo que ya denunciaba Aguilar, el parate total en casi todas las iniciativas estatales, “al no recibir fondos, las constructoras se quedan sin dinero para afrontar los contratos y mucho menos, las actualizaciones por inflación”, agregó Guiñez.

El presidente de la Cámara de la Construcción reconoció que el gobierno de la provincia de Salta “está haciendo el esfuerzo de buscar la manera de continuar con algunas obras, pero es muy difícil poder afrontar toda esa deuda cuando además hay recortes en otros rubros como el de coparticipación, que complican aún más a la provincia”.

Recientemente el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) informó que Salta es la segunda provincia más afectada por los recortes de las transferencias que hizo el gobierno de Javier Milei, solo por debajo de Buenos Aires, donde gobierna Axel Kicillof. El informe indica que la caída en la primera mitad de enero llegó al 7,8%.

Situación límite y preocupante 

“Se viene un vaciamiento absoluto”, anunció hace unos días el ministro de Infraestructura de Salta, Sergio Camacho en medios radiales. Según el funcionario, son más de $9 mil millones los que Nación adeuda en certificados de obra a las empresas, “ya sean rutas, el Dique El Limón, la Terminal de Ómnibus de General Güemes, o el atraso en la planta potabilizadora de líquidos cloacales”.

Asimismo, Camacho explicó por qué algunas obras como las financiadas por el BID también están paralizadas: “no importa el origen de los fondos, está parado por el Gobierno Nacional ya que no hay cadena de responsabilidades” al no haber designado funcionarios a cargo, indicó. 

“Hay funcionarios que recién están asumiendo y poniendo en conocimiento de la situación, si a eso le sumás la incertidumbre económica y la elevada inflación, hace que los contratos se vuelvan inviables, y más si todavía no se pagan los certificados de obra y las redeterminaciones de precios que estaban comprometidos”, añadió por su parte el titular de la Cámara de la Construcción de Salta.

“El auto se quedó sin nafta y en algún momento se tiene que parar, el ritmo de obra empieza a licuar el capital propio de las empresas, eso económicamente es insostenible y pone a muchos en una situación límite y preocupante”, estimó al hablar del futuro del sector, a la vez que aclaró que al menos en Salta son muy pocas las obras que se pueden realizar con el método “a la chilena” que quiere imponer el presidente de la Nación, “esas obras en general son en rutas muy frecuentadas y en las que se puede cobrar peaje, no para una escuela o una ruta en el interior provincial”, concluyó Guiñez.

La única salida, la minería

El titular en Salta de la UOCRA, Rubén Aguilar, manifestó con alivio que a muchos de los obreros que quedaron sin sus fuentes laborales “hoy los absorbe la minería, que aún está en etapa de expansión y asentamiento, de extracción, por lo tanto necesita mano de obra de la construcción”, pero anticipó que eso no durará mucho tiempo más, “cuando en la minería se pasa a la etapa de extracción, ya el empleo decae, y no falta mucho para eso”.

Mientras que Guiñez analizó un poco más escabroso ese traspaso de las pequeñas y medianas empresas de la construcción salteñas hacia la minería, “hay que reconvertirse, entrar en ese mercado, ganar proyectos, lo que va a llevar un buen tiempo, y así y todo la minería no va a poder captar el 100% de las empresas ni de la mano de obra local. Además, tiene un plazo finito, como hacer un edificio, se termina la obra, se entrega, y se acabó el trabajo”.

Rumbo al 24

Por último, el secretario general de la UOCRA ratificó que ese sindicato participará activamente de la movilización convocada por la CGT para este 24 de enero tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en Salta.

“Como integrantes de la CGT vamos a ser parte del paro y los actos con movilización que se van a realizar este miércoles en Salta y capital, porque estas medidas pegan directamente en el bolsillo de todos los trabajadores, y puntualmente estamos viendo cómo dejan en la calle a los obreros de la construcción”, sentenció Aguilar.