La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, que en 2022 eliminó la garantía federal del derecho al aborto, está haciendo sentir sus consecuencias. Así es el caso de Arizona, donde el Tribunal Supremo de Justicia del Estado restauró este 9 de abril una ley de 1864 que prohíbe totalmente el aborto en el territorio, a excepción de los casos en que la vida de la persona gestante corre peligro. Las reacciones a esta sorprendente sentencia judicial que revive una prohibición del aborto de la época de la Guerra Civil, antes de que Arizona se convirtiera en un Estado en 1912, dejó de manifiesto la importancia que tendrá el aborto en la campaña rumbo a las presidenciales de noviembre y el lugar central que ocupará Arizona para la reñida revancha entre Joe Biden y Donald Trump.

Tras la caída de Roe contra Wade, el histórico fallo que despenalizaba la interrupción del embarazo a nivel federal y aseguraba el acceso al aborto en todo el país, los diferentes Estados comenzaron a discutir el tema y su aplicación. En Arizona, la Cámara baja del estado aprobó derogar la prohibición gracias al apoyo de tres diputados republicanos, pero la iniciativa depende del Senado, también de mayoría conservadora.

Con una mayoría a favor del derecho a la interrupción del embarazo, los demócratas buscan capitalizar en votos la frustración que produjo el fallo y atraer especialmente a las mujeres de los suburbios haciendo campaña con la bandera de los derechos reproductivos. Mientras tanto, los republicanos se encuentran divididos sobre el tema del aborto, lo que podría influir en sus posiciones políticas y en el apoyo que reciben de sus votantes. Por esto, hilan fino para no verse perjudicados por la impopular prohibición, para la cual Trump sentó las bases al nombrar tres jueces conservadores en la Corte Suprema del país cuando fue presidente.

"No podemos dejar que nuestro país sufra más daño perdiendo elecciones en un asunto que siempre deberían haber decidido los estados, ¡y ahora lo harán!", escribió Trump el 8 de abril, un día antes de que el tribunal del país reestableciera la normativa de 1864, en Truth Social. "Al permitir que los estados tomen su decisión... hemos sacado el tema del aborto en gran medida fuera de juego", escribió Trump.

La orden del Tribunal Supremo de Arizona para que el estado aplique una ley de 160 años de antigüedad, sin hacer excepciones para casos de violación o incesto, demostró lo contrario, el aborto está convirtiéndose en un punto central de la agenda electoral.

A pesar de la decisión de la corte, la ley en Arizona no entra en efecto de inmediato. Pasará algún tiempo antes de que comience a aplicarse, y se espera que se continúen realizando abortos hasta que se tome una decisión final. Así ocurrió con Piper, quien supo que estaba embarazada poco después de que la justicia reinstalara esa ley arcaica y hubiera preferido disponer de tiempo para pensar, pero con la amenaza de una prohibición casi total, era un lujo que no podía darse, explicó.

"Las leyes en Arizona son muy inciertas en este momento", comentó Piper, seudónimo que eligió usar por la polémica situación que se vive alrededor del tema en Estados Unidos. Tuve que "tomar una decisión, pensar en lo que era mejor para mí", agregó en la clínica Camelback Family Planning de Phoenix, tras tomar las píldoras para interrumpir su inesperado embarazo porque su novio le dijo que tenía una vasectomía.

Para la doctora Gabrielle Goodrick, al frente de Camelback Family Planning, la sentencia "draconiana, perturbadora" tiene el potencial de movilizar a la ciudadanía. "Estas leyes son tan extremas que creo que empujarán a la gente a votar, y a elegir el derecho al aborto" en las presidenciales y el referendo de noviembre que busca amparar el aborto en la Constitución regional.

Si la prohibición entra en vigencia el 8 de junio, Goodrick dice que respetará la ley a pesar de que la fiscal General, Kris Mayes, declaró que no procesará a los médicos por proporcionar abortos, lo que podría desencadenar una nueva disputa legal con fiscales republicanos. "Eso está bien mientras ella sea fiscal general, pero como Mayes ha dicho, no será fiscal para siempre y el estatuto de limitaciones es de siete años", lo cual los deja en riesgo si los republicanos asumen el estado en unos años, comentó.

Camelback Family Planning recibe entre 20 y 30 pacientes por día. Para acceder a la clínica, las personas que se atienen en la institución tienen que pasar muchos días entre medio de pequeños grupos antiaborto que distribuyen panfletos a la entrada del estacionamiento con el objetivo de disuadirlos. Frente a esa situación, cruzando la calle, un grupo de voluntarias con chalecos y sombrillas multicolores reciben y escoltan a las pacientes hacia la clínica para que tengan una entrada segura.