“Hay una idea, una estética, una forma de representar un sonido con peso”, describe Esteban Bezenzette el espíritu detrás de Tangos inútiles, el flamante disco del ensamble Guitarras de UNA que se presentará el viernes 3 a las 21 en el Club Atlético Fernández Fierro (Sánchez de Bustamante 772). El octeto de cuerdas más cantor nació en un taller de extensión universitaria del Departamento de Folklore de la Universidad Nacional de las Artes (de ahí el nombre, por supuesto) y en la química común el grupo avanzó hacia un proyecto colectivo, común, que se sustentó en distintas presentaciones (sus participantes destacan las noches en el mítico Boliche de Roberto) que llevaron hasta el disco. “La música es un camino de conocimiento y en ese camino está la búsqueda del propio sonido, de la vibración personal”, plantea Bezenzette, justamente a cargo del taller que dio origen al grupo y además arreglador de los temas del disco.


“Uno de los objetivos que teníamos era generar grupos de trabajo, ensambles que pudieran salir al ruedo, a la escena musical, e incluso grabar discos y experimentar el oficio de músico popular”, explica el docente sobre la troupe integrada por Francisco Caracciolo, Josué Condorí y Ernesto Martínez Guelfo, Franco Amarilla en guitarras, Patricio Sogio en guitarra y charango, Joel Ferraris en guitarrón, Lautaro López en guitarra de 8 cuerdas, Dani López como cantor y el propio docente en la dirección musical. Muchos de los integrantes además aportaron sus arreglos.

Así, incluyen algunas versiones propias de tangos tradicionales –“Comme il faut”, “Romance de barrio” o “Danzarín”-, aunque la propuesta del ensamble se destaca por un interesante enfoque de tangos contemporáneos. En esa línea aparecen composiciones de José María Ianniello, Gino Arazi y Juan Cinza, Nicolás Fonatana y el Pitufo Lombardo. “Hay mucha música y letra nueva dentro del género que nos identifica en nuestro día a día, nuestra actualidad. Entonces, no solo estamos tocando el tango que viene de nuestros maestros y maestras de antaño, sino que estamos contando lo que nos pasa hoy y cómo nos sentimos”, plantea Bezenzette.

En este sentido, Bezenzette destaca la importancia del espacio surgido de la universidad pública y cita a Nuccio Ordine: “Si dejamos morir lo gratuito, si renunciamos a la fuerza generadora de lo inútil, si escuchamos únicamente el mortífero canto de las sirenas que nos impele a perseguir el beneficio, sólo seremos capaces de producir una colectividad enferma y sin memoria que extraviada acabará por perder el sentido de sí mismo y de la vida”.