La Policía de Los Ángeles detuvo este jueves a 132 personas durante el desmantelamiento del campamento propalestino instalado en la Universidad de California (UCLA), mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó en un discurso la violencia en las manifestaciones y afirmó que el apoyo de su país a Israel "sigue siendo inquebrantable".

La actuación de los agentes inició en la madrugada, cuando la policía lanzó bengalas sobre el campamento que provocaron fuertes explosiones, reportó el diario Los Angeles Times. Cientos de jóvenes trataron de resistir ante el avance de los efectivos, que trataban de eliminar barreras metálicas y de madera y otros objetos que impedían el acceso. 

En videos difundidos por CNN, se podía ver a los policías con equipos antidisturbios, cascos, máscaras antigas, esposas y preparando sus bastones cuando entraban al campamento. Algunos de los manifestantes se arrodillaron en el suelo con los brazos atados a la espalda mientras los agentes los detenían y continuaban sacando a más personas fuera del campamento, aseguró la cadena.

Los detenidos fueron trasladados en colectivos que fueron dispuestos cerca del campus universitario californiano. "Esta es una protesta pacífica. No hay contramanifestantes esta noche, llamar a la policía es algo despreciable. La ciudad debería respaldarlos", dijo a la agencia de noticias AFP Jack Bedrosian, un residente de Los Ángeles que se acercó a la zona para expresar su apoyo a los estudiantes.

Los estudiantes lanzaron extintores de incendios y botellas de agua contra los policías, indicó el portavoz de la Patrulla de Caminos de California, Alejandro Rubio, en una entrevista televisiva.

Los incidentes fueron ocasionados después de que durante la noche los acampados se negaran a abandonar las instalaciones de UCLA como les habían pedido las autoridades. La institución canceló el miércoles sus clases tras la intervención policial del campus sucedida durante la madrugada de ese día para frenar enfrentamientos violentos entre grupos de manifestantes proisraelíes y los que reclamaban parar la guerra en la Franja de Gaza.

Los más de 130 detenidos en UCLA se suman a las más de 2,000 personas que fueron arrestadas en otras universidades desde que comenzaron las protestas propalestinas hace dos semanas, según el último recuento del Washington Post basado en informes de noticias y declaraciones de la policía y de las universidades.

Represión en serie

La actuación policial en Los Ángeles se suma a una serie de episodios similares que tuvieron lugar en decenas de instituciones universitarias durante los últimos días. Estos eventos produjeron cientos de detenciones, siendo los más graves los ocurridos en Wisconsin y Columbia (Nueva York). Incluso algunos estudiantes lamentaron la brutalidad y agresividad policial. "Nos agredieron, nos detuvieron brutalmente. Y a mí me retuvieron hasta seis horas antes de soltarme, bastante golpeado, me pisotearon, me cortaron", dijo a AFP un estudiante de Columbia, que dijo llamarse José.

Por segunda vez en dos semanas, la sección de Columbia de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios pidió la condena de Nemat Shafik, el presidente de la universidad. "La policía antiterrorista armada en el campus, los arrestos de estudiantes y la dura disciplina no eran el único camino para superar esta crisis", expresó el grupo en un comunicado. "La presidenta de la Universidad, su personal superior y la Junta de Fideicomisarios serán responsables de cualquier lesión que pueda ocurrir durante cualquier acción policial en nuestro campus", advirtieron los profesores.

La policía también desmanteló el miércoles un campamento de protesta y detuvo al menos a 17 personas en la Universidad de Texas, en el sur del país. En el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), manifestantes se atrincheraron y bloquearon una avenida cercana al campus de Cambridge.

"Nada de esto es una protesta pacífica"

Mientras tanto, el presidente estadounidense, Joe Biden, se refirió por primera vez a las protestas universitarias, defendiendo el derecho de los estudiantes a manifestarse. Sin embargo, señaló que debe prevalecer el orden ante los disturbios registrados en los últimos días en los campus universitarios de todo el país, que resultaron en centenares de arrestos.

"La protesta violenta no está protegida, la protesta pacífica sí. Es ilegal cuando se produce violencia. Destruir propiedades no es una protesta pacífica, es ilegal. El vandalismo, los allanamientos, romper ventanas, paralizar los campus, forzar la cancelación de clases y graduaciones. Nada de esto es una protesta pacífica", enfatizó. "Amenazar a personas, intimidarlas, infundirles miedo no es una protesta pacífica. Es ilegal", subrayó.

El mandatario hizo esas declaraciones durante un discurso en la Casa Blanca convocado de urgencia y que no aparecía en la agenda oficial que envió la noche del miércoles a los medios la oficina de prensa. "La disidencia nunca debe derivar en el desorden y nunca debe resultar en que se niegan los derechos que tienen otros estudiantes para terminar el semestre y su educación universitaria", insistió. En los campus universitarios "no hay lugar para el discurso de odio o la violencia de ningún tipo, ya sea antisemitismo, islamofobia" o discriminación contra los estudiantes de origen árabe o palestino, agregó.

Biden contestó negativamente cuando, al término de su discurso, un periodista le preguntó si los reservistas de la Guardia Nacional deberían intervenir en estas protestas, algo a lo que recurrió el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, para reprimir a los manifestantes de la Universidad de Texas en Austin.

También afirmó que su apoyo a Israel "sigue siendo inquebrantable" y descartó cambiar de opinión respecto a la política exterior estadounidense o la situación en Medio Oriente. En ese sentido, mencionó que apoya el derecho de Israel a defenderse, aunque remarcó la necesidad de que entre más ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.

Tras el discurso del presidente, el senador por el estado de Vermont y excandidato presidencial, Bernie Sanders, indicó en redes sociales su postura sobre la problemática en los campus. "Algunos de nosotros hemos estado fuera de la escuela por un tiempo y es posible que hayamos olvidado nuestra historia estadounidense", expresó. "Protestar contra la injusticia y expresar nuestras opiniones es parte de nuestra tradición estadounidense y lo que hace que este país sea realmente libre. Eso es de lo que se trata la Constitución", declaró.