Es un secreto a voces en el Congreso. La ley ómnibus no hubiera salido sin el apoyo del PRO. No sólo por los votos que aportaron, sino por todo lo que hicieron detrás de los cortinados para que la norma no volviera a naufragar. La diputada Silvia Lospenatto se ocupó de hacer correcciones técnicas al proyecto, mientras que el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, asesoró al presidente de la Cámara baja, Martín Menem, para que evitara cometer errores que podían restarle votos. Curiosidades de la vida: Ritondo podría haber sido el presidente de la Cámara, pero Javier Milei lo descartó a último momento. Los servicios prestados en Diputados, advierten en el PRO, no se podrán repetir en el Senado, donde el peso de las negociaciones recaerá forzosamente sobre la vicepresidenta Victoria Villarruel. Por las dudas, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, salió a aclarar: "El PRO no es parte de este Gobierno".

El comienzo de la sesión que terminó con una victoria para el Gobierno tuvo algo que varios notaron: no eran los dirigentes de La Libertad Avanza los que contestaban los reclamos y planteos de Unión por la Patria, sino un combinado de sus aliados con mayor experiencia parlamentaria. Esto, que se vio en público, tuvo una expresión mayor en privado: fue el PRO el que intervino, asesoró, facilitó y hasta negoció para que le saliera la ley a Milei. Este diario indagó en los entretelones de esas negociaciones y se encontró con que no hay un interés de los principales dirigentes legislativos del partido de Mauricio Macri por que esto se conozca; todo lo contrario. Igual, siempre alguien termina contando lo ocurrido.

Con ayuda

"Básicamente, Silvia (Lospenatto) les dio un apoyo técnico a Martín (Menem), por los años que tiene en parlamentaria para mejorar el proyecto y evitar problemas que trabaran la sesión", cuenta una fuente con años de experiencia en el Congreso. Por otro lado, Ritondo hizo todo lo que se vio en público y mucho más: en particular, llevó la relación con otros bloques e intentó funcionar como intermediario con el Gobierno para que las reuniones no volvieran a naufragar.

"Él no lo va a contar, pero la verdad es que Ritondo ayudó a Martín en la relación política con otros bloques: le fue sugiriendo que convoque a todos juntos, que no vaya uno por uno porque eso irrita, que las reuniones con el Ejecutivo se hicieran en el Congreso y no en Casa Rosada", enumeran quienes fueron testigos de las negociaciones para que saliera la ley. Pero eso no fue todo. Ritondo también fue el que mantuvo conversaciones con los sectores del peronismo para intentar que el escándalo en la sesión se mantuviera al mínimo. Se trata de un rol que suele caberle al presidente de la Cámara. En su época, Emilio Monzó cumplía este rol. Hoy, Menem no termina de cumplirlo.

En la gestación del gobierno de Milei, antes de que el presidente rechazara un pacto de cogobierno con Mauricio Macri, Ritondo era el candidato puesto para la presidencia de la Cámara baja. Al final, Milei lo descartó y prefirió a uno propio. No obstante, varios diputados observaron que Ritondo se movió estas últimas semanas resolviendo problemas como si le hubieran dado ese lugar y -como señalaron a este diario- tratando de aconsejar a Menem para que no cometa errores en la negociación que le costaron caro en el pasado.

No por nada Ritondo fue felicitado por el Presidente con nombre y apellido en el comunicado posterior a la votación, al igual que el radical Rodrigo De Loredo y Miguel Angel Pichetto. Medalla, aplauso y ovación.

El Senado, no

No obstante, advierten en el PRO, no existe hoy una figura similar del macrismo que vaya a cumplir ese rol en el Senado. El mayor articulador era Humberto Schiavoni, que terminó su mandato como senador el año pasado. El que intentará dar una mano es Luis Juez, pero su relación con los demás bloques no es tan óptima como para ser un mediador ni un facilitador de votos.

Así las cosas, en el Senado todos los dirigentes del PRO coinciden en que el peso de la articulación y de las negociaciones caerá sobre una sola cabeza: la de Victoria Villarruel. La vicepresidenta ya demostró tener esa capacidad, cuando orquestó un sistema para dejar en minoría a Unión por la Patria en comisiones. Así que le tocará volver a tejer con los mismos aliados y sumar a algunos gobernadores peronistas.

En esto, está sola.

Aclaraciones

Luego de los momentos de cercanía y sintonía con Milei que vivió el PRO en estos últimos días, Jorge Macri sintió la necesidad de hacer una aclaración necesaria: "El PRO no es parte de este Gobierno“. "No soy mileista, aunque espero que a este gobierno le vaya muy bien. Si querés vine a la política convocado por Mauricio. Soy alguien del PRO, el PRO no es parte de este Gobierno; de hecho, perdimos. Hay una parte que nos falta analizar”.

El jefe de Gobierno hizo hincapié sobre esto último: que la fórmula de Juntos por el Cambio quedó afuera del ballotage. “Lo peor que podemos hacer es esconder en el éxito de Milei nuestro fracaso porque entonces no hay un diagnóstico correcto de lo que hicimos mal”, remarcó.

También dijo que no esperan nada a cambio del apoyo que le dieron a Milei en la segunda vuelta. “No, nosotros lo apoyamos porque creímos que era mejor que él gane y no Massa, no en una especulación de ‘ahora, me tenés que dar’. Hay una subestimación en el hecho de que el apoyo del PRO lo hizo ganar”.

También puso distancia a la posibilidad de un acuerdo o fusión con La Libertad Avanza, que propicia Patricia Bullrich: “Somos partidos con trayectorias y recorridos distintos, no todos los que están en el PRO tienen exactamente las mismas coincidencias respecto a algunas políticas de Milei. El Gobierno nacional no es un Gobierno nuestro -insistió- pero tienden a asociarnos mucho y me dicen: ‘Que valga la pena el esfuerzo, Jorge, lo único que te pido es que valga la pena’”.