Susan Sontag escribió en el siglo XX pero sus palabras resuenan con una vitalidad pasmosa en pleno siglo XXI. "Permítanse envejecer con naturalidad y sin vergüenza", recomienda en uno de sus ensayos. Y en otro argumenta: "Desde la primera infancia se adiestra a las niñas a preocuparse de modo exagerado y patológico por su apariencia, mutilándolas profundamente al someterlas a la intensa presión de presentarse a sí mismas como objetos físicamente atractivos". 

De las mujeres (Penguin, EnDebate) ofrece siete ensayos que problematizan una amplia gama de asuntos como el envejecimiento, la igualdad, la belleza, la sexualidad, el fascismo, el cine, el feminismo y la lucha de clases. Muchos de esos tópicos siguen discutiéndose hoy desde distintas aristas en redes sociales, en programas de TV o en canales de streaming. 

Los escritos de Sontag (algunos traducidos por primera vez al español) se resisten a la categorización simplista y revelan no sólo una curiosidad implacable sino también su precisión histórica y su vigor político.