Un hombre de 34 años que se hacía pasar por operario de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) fue imputado junto a otros dos detenidos en una causa que investiga el robo de transformadores en Rosario y la región. La maniobra incluía el uso de vestimenta y documentación falsa, y el llamado a una grúa para el traslado del aparato hasta un lugar donde procedían al desarme. La causa investiga al menos cuatro hechos cometidos entre noviembre y el jueves pasado. Cada transformador tiene un valor de entre 20 y 50 mil dólares.

El jefe de Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, indicó que el procedimiento “se inició a raíz de un hecho de robo de un transformador perteneciente a la EPE en Virasoro y Río de Janeiro (en noviembre pasado). Ahí comenzamos una investigación en coordinación con el fiscal César Pierantoni", ya que las imputaciones incluyen hechos cometidos el 20 de febrero, en Sarmiento al 3000; y el 27 de marzo, en Tomás de la Torre y Gladiolos, de Funes.

En ese sentido, sostuvo que “a través de informaciones que teníamos sobre un próximo robo (en Cepeda al 400), se montó un operativo entre personal de la PDI y de la Fiscalía, que llevó a la detención de tres personas y al secuestro de un transformador que estaba arriba de una grúa. Lo habían dejado en una chatarrería, que funcionaba como especie de compra-venta, en la localidad de Pérez”, dijo sobre el procedimiento del jueves pasado.

Ese día, agentes de la PDI hicieron el seguimiento controlado desde la zona sur de Rosario, irrumpieron en un desarmadero de Pérez, en donde había ingresado una grúa de una empresa privada con el equipamiento sustraído. En el depósito de Dante Alighieri y Echeverría, de la localidad vecina, fueron detenidos los investigados. Además, en otro procedimiento, en un domicilio de Flores al 3400, detuvieron a Joel Andrés Espíndola, de 34 años, sindicado por la investigación como el ideólogo de los hechos, donde secuestraron documentación apócrifa y ropa de operario.

Marciani indicó que la banda “se dedicaba pura y exclusivamente al robo de estos transformadores”. Y agregó que “el principal imputado es una persona que se hacía pasar por operario de la EPE, con vestimenta y documentación apócrifa; llamaba a una grúa y le indicaba el lugar. El operario de la grúa levantaba el transformador y lo llevaba a un lugar donde procedían al desarme. Estamos hablando que cada transformador tiene un valor de entre 20 mil y 50 mil dólares”, precisó.

Tras los arrestos, tres de los detenidos por la PDI fueron llevados a audiencia imputativa. Al mencionado ideólogo, el juez Hernán Postma le dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley. Mientras que para Juan Ramón Saucedo y Cristian Emanuel Romero, la medida cautelar alcanzó los 90 días.

Según se indico desde el Ministerio Público de la Acusación, en el inicio de la investigación, por decisión de la Fiscalía Regional 2, se conformó un grupo de trabajo conjunto de fiscales que se avocan a investigar hechos vinculados a la sustracción, circuito y destino de metales no ferrosos, en conjunto con personal de la PDI.

Por su parte, el vicepresidente de la EPE, Lisandro Peresutti habló del monto y la reposición del equipamiento. “El valor va más allá de los 50 mil dólares. Porque independientemente del costo en sí y de lo que implica el transformador, es el costo de reposición, es la cuadrilla que tiene que ir a reponer y es el trabajo de mano de obra. Además de lo que representa la caída de servicio al momento del robo. Desde la EPE estamos trabajando no sólo en atacar lo que es el robo de cables y transformadores, sino también en el hurto de la energía. Tenemos que recordar que en definitiva son fondos estatales, públicos, entonces nos termina afectando a todos”.

Y amplió: “Que quede claro: acá no es que le roban a la Empresa Provincial de la Energía. Con cada robo o hurto están perjudicando a los santafesinos que pagan con mucho esfuerzo. Nosotros trabajamos por una empresa más eficiente, que dé respuestas más rápidas a los usuarios, y que brinde un mejor servicio”.