No todo lo que reluce es oro en el universo del streaming. Detrás de las grandes producciones y de la comodidad del visionado para los usuarios hay una dinámica de consumo que también debe atenderse, en tanto muestra el “otro lado” del fenómeno. El vínculo que se da entre las plataformas y los argentinos es una foto del presente audiovisual pero también económico: más de seis de cada diez argentinos consideran que se volvió “muy caro” pagar más de una suscripción, al punto que cada vez más las comparten con amigos o familiares. La situación económica comienza a ser el mayor problema para el desarrollo del streaming en el país: el 34 por ciento de los argentinos dijo que el aumento de precio del abono fue el principal motivo por el que se dio de baja de alguna suscripción durante el último año, encabezando los números de la región como causal de desconexión.

Estos son algunos de los resultados del informe “Consumo de Streaming en América Latina 2024”, realizado en enero por Sherlock Communications en la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, sobre una base de 3372 personas. La encuesta expresa la creciente preocupación por el incremento del costo de los abonos mensuales que evidenciaron las plataformas en la región, algo que en la Argentina pega mucho más por la fuerte devaluación del peso de diciembre pasado. De hecho, mientras aquí el 34 por ciento de quienes se dieron de baja argumentaron cuestiones costos, esa cifra fue menor en México (22%), Perú (23%), Colombia (25%) y Chile (29%).

Uno de los síntomas de la limitación económica al desarrollo del mercado de streaming en la región es que el uso de diferentes estrategias ilegales para acceder al contenido de las plataformas se expande a pasos agigantados. En primer lugar, mediante el extendido uso compartido de contraseñas entre varios hogares. Pese a los reiterados intentos de las empresas por controlar esta dinámica, casi la mitad de los argentinos (46%) dice compartir suscripciones con familiares y amigos para mantener los costos. Otro tanto ocurre con el uso de los “TV boxes" (Amazon Fire TV, Android TV, Roku), cuyo software se modificada ilegalmente, lo que le permiten a los usuarios ver contenidos en streaming sin pagar cuotas mensuales de suscripción: esta práctica ya llega al 28% de los encuestados. Otro hábito cada vez más popular para acceder a los catálogos de los servicios de streaming sin pagar abono refiere a la “viveza criolla”, disfrutando las pruebas gratuitas (7 días) y dándose de baja al finalizar la promoción: el 29% lo hizo en el último tiempo.

Los problemática de los “bolsillos flacos” no es la única razón que aleja a un sector de la sociedad de la industria del streaming. La calidad de los contenidos que ofrecen las plataformas también es un punto que los usuarios tienen cuenta: tres de cada diez argentinos encuestados se mostraron críticos con los contenidos ofrecidos por las plataformas, por considerarlos “aburridos” y “repetitivos”. Incluso, al analizar el consumo regional y el desarrollo de series y películas locales que las compañías producen, hay una insatisfacción que se generaliza entre los latinoamericanos: siete de cada diez encuestados (69%) afirmaron que las producciones sobre Latinoamérica se enfocan demasiado en “la droga”, “la delincuencia”, “la violencia” y “los estereotipos sexuales”.

Una de los resultados más interesantes del informe es el referido al grado de atención que las audiencias latinoamericanas le aplican a los contenidos de streaming al momentos de sintonizarlos. En este punto, se observa que el consumo de las series y películas en plataformas está volcándose a repetir un hábito similar al que se ejercita en los medios tradicionales como la TV o la radio: solo el 24 por ciento los consultados de toda la región afirmó prestar atención completa a los contenidos de streaming mientras están reproduciéndose. El escaso porcentaje de usuarios que prestan toda su atención a los contenidos toma aún mayor dimensión si se considera que en el informe de 2021 esa cifra se elevaba al 46% de los encuestados. Es decir: sea por falta de atractivo o fin de la novedad, los contenidos de las plataformas se ven cada vez con menos atención.

En Argentina, la atención está apenas por encima de la media regional: el 70% de los encuestados afirmó realizar otra actividad mientras mira películas o series, tal cual lo que sucede con la radio y la TV. “Cocinar”, “ordenar la casa” y “chatear con amigos o familiares” fueron las opciones más elegidas. Solo el el 28% de los argentinos consultados dijo centrar toda su atención en lo que está viendo. Sobre el tiempo diario de reproducción de contenidos de streaming, la Argentina coincidió con la tendencia de toda la región: la mayoría (27%) dijo que consume entre dos y tres horas por día. Entre los contenidos, el 50% de los argentinos dice ver habitualmente series y películas en las plataformas de streaming, seguido por la música (20%).

Aunque la “guerra de las plataformas” es un hecho que se dirime tanto por cuestiones artísticas como económicas, con servicios que se lanzan y fusionan continuamente, las compañías líderes encabezan la preferencias. Ante la consulta sobre qué plataforma elegirían para mirar películas y series, si solo tuvieran una opción, los argentinos se volcaron mayoritariamente por Netflix (61%), seguido de HBO (actual Max) con el 11%. Para escuchar música, la preferencia es más repartida entre Spotify (53%) y Youtube (40%).

"Nuestros resultados son muy interesantes para las empresas que ofrecen servicios de streaming al público latinoamericano”, afirmó Patrick O'Neill, socio director de Sherlock Communications. “La mayoría de los que contactamos ya se han dado de baja de un servicio en el último año. En un panorama ferozmente competitivo, los proveedores de streaming deberían prestar mucha atención a los deseos de los consumidores. Las empresas de streaming que prestan atención a los deseos del público local y se adaptan a sus gustos tienen una enorme ventaja ”, subrayó el ejecutivo de la empresa encargada del informe que da cuenta del estado de consumo de las plataformas audiovisuales.