La llegada de Javier Milei al gobierno hace ya casi un mes ha generado un revuelo en la política argentina donde los partidos de la oposición se debaten sobre cómo confrontar o contener el vector destructivo que representan el DNU y la ley ómnibus sobre la estructura legal, económica y social de la Argentina. El peronismo, el partido con mayor representación legislativa y control provincial, se bate entre ser la oposición más firme a las políticas libertarias y, al mismo tiempo, desarrollar la trabajosa tarea de reordenarse sin un claro liderazgo político, al menos por ahora. La CGT, como la organización más importante que integra este universo peronista, es la única que permanece estructurada, armada y organizada. De hecho, es la que hoy encabeza la confrontación al modelo que impulsa Milei a través del paro y movilización previsto para el 24 de enero junto a otras organizaciones sindicales, sociales y partidarias. De todas formas, la central obrera no oculta la necesidad de contar con una referencia política y ha comenzado a buscarla. De ahí el encuentro de la semana con Sergio Massa. Otro que está en la mira es Axel Kicillof. De todas formas este convite se extenderá a otros dirigentes del peronismo, sobre todo gobernadores, porque la idea es poder influir y determinar en el reordenamiento político --y en el o la líder-- de Unión por la Patria o como se llame la futura oferta electoral del peronismo.

No es nuevo que la CGT busque participar en el debate interno del peronismo e incluso incluir dirigentes sindicales en las bancas del Congreso y hasta funcionarios en alguno de los gobiernos. De hecho, muchos de los dirigentes más antiguos de la central obrera añoran los tiempos en que había, dentro del bloque de diputados peronistas, una buena representación de dipu-sindicales. El último intento de la CGT por disputar esos espacios fue en 2022 cuando el 17 de octubre de ese año lanzaron el Movimiento Nacional Sindical Peronista (MNSP) con el objetivo de participar del debate interno del Frente de Todos, pero también disputar espacios en las futuras listas de candidatos legislativos. No les fue bien.

Ahora, con otro nombre, el mismo grupo de dirigentes sindicales que promovió el MNSP avanza con la realización de un encuentro previsto para fin de mes en Mar del Plata. Allí esperan que participen gobernadores, legisladores nacionales e incluso algunos empresarios. La idea es marcar los límites de la construcción de la alternativa electoral del peronismo. Bautizaron al encuentro como "hay otro camino". Un lema que recuerda a frases de campaña de Massa.

Entre sus impulsores están el triunviro Héctor Daer, Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Jorge Sola (Seguros) y Juan Carlos Schmid (Dragado). Estos dirigentes fueron los más cercanos a la candidatura y campaña de Massa y de ahí que haya sido el excandidato el protagonista de esta primera reunión que se realizó durante la semana que pasó en el gremio de Seguros. 

"Fue el candidato a presidente que representa a 11 millones y medio de argentinos que lo votaron y creen que hay otro camino", fue el justificativo. Pero en ese encuentro hubo un momento de desconcierto cuando Massa no compartió la idea del paro y la movilización por considerar que se debía esperar que avance un poco más la gestión de Milei. Dicho sea de paso, el Frente Renovador (el partido de Massa) tiene por lo menos cuatro de sus miembros ocupando puestos en el gobierno de ultraderecha.

El dato curioso es que en esa reunión no participaron los dirigentes sindicales que son más cercanos a Cristina Kirchner y Axel Kicillof como el metalúrgico Abel Furlán y el mecánico Mario Manrique, entre otros. En este grupo no hay un rechazo al debate interno en el peronismo desde la CGT. Solo recuerdan que al estar cerca de Kicillof, están en realidad con uno de los pocos ganadores de los comicios de octubre, un detalle que en el peronismo tiene un peso específico especial. 

Entre los sindicalistas que se encontraron con Massa, ninguno oculta su distancia con el liderazgo de CFK. En cambio con Kicillof mantienen una relación ambigua. Le reconocen la autoridad de haber sido reelecto en la provincia de Buenos Aires, pero les gustaría que muestre más independencia de Cristina Kirchner. En el mientras tanto, este grupo sindical busca entre otros gobernadores alguno que pueda encarar desde la política la renovación del peronismo. 

Dicen que a este entente se sumará el camionero Pablo Moyano.

Habrá que ver cómo se integra esta mesa que impulsa la CGT con el intento de algunos dirigentes peronistas, como el gobernador riojano Ricardo Quintela, de implementar también una comisión de acción política, pero a nivel del PJ nacional. La idea es más o menos similar. Tiene un plus, sacar a Alberto Fernández de la presidencia del PJ.

El paro y la movilización

El triunfo que representó la cautelar que frena el capítulo de la reforma laboral que tienen en sus entrañas el DNU, reforzó el plan de lucha que se había votado el 28 de diciembre en la sede de la CGT. Hubo, entre sectores políticos y hasta sindicales, el temor de que la central obrera sacara el pie del acelerador. Sin embargo, los triunviros reiteraron que no hay cambios.

El miércoles 10, justo cuando se cumpla el primer mes de gobierno de Milei, en la CGT se realizará un plenario de las regionales que tiene la central obrera en todas las provincias. Ya están anotadas 75 regionales. Lo está organizando la secretaría de Interior que ocupa Furlán de la UOM. "Queremos que los compañeros de las regionales le exigan a los diputados y senadores de sus provincias, que voten en contra de la ley ómnibus, que es peor que el DNU", afirmó Pablo Moyano en declaraciones al programa de radio Patria Grande. Ahí reiteró que "la movilización está ratificada, será multitudinaria y le pediremos a los legisladores que rechacen la ley que prácticamente entrega la soberanía del país". 

El éxito de la marcha del 24E podrá ser valorado en el marco del resultado de las sesiones en el Congreso y la suerte que corra la ley ómnibus. Pero también convertirá a la CGT en un actor de peso en el debate de la reorganización del peronismo.