Pocas horas después de que el gobierno nacional hubiera convocado la sesión para aprobar su proyecto de ley ómnibus, Unión por la Patria decidió salir a contraatacar. El bloque peronista de la Cámara de Diputados solicitó, finalmente, que se convoque a una sesión para voltear el DNU 70/2023, que viene arrastrando el rechazo del Senado hace más de un mes. Lo hizo, sin embargo, para el día martes: el día después de la fecha en la que comenzará el tratamiento de la ley Bases y el paquete fiscal, que se espera que dure hasta el miércoles a la madrugada. Es decir que se anticipa una colisión de sesiones que UxP aprovechará para hacer ruido y enviar el mensaje --interno y externo-- de que el peronismo pasa a la ofensiva en el Congreso. La bancada que lidera Germán Martínez pretende exponer y presionar a los bloques dialoguistas para que bajen al recinto y los ayuden a voltear el mega decreto.

Había pasado desapercibido, pero Germán Martínez, había anticipado sus intenciones el día que el oficialismo logró dictaminar su proyecto de ley ómnibus con el apoyo del radicalismo, el PRO y Hacemos Coalición Federal. "Le quiero decir a los diputados que se escandalizaban cuando salió el DNU 70/2023 que esperamos que el mismo apuro que le ponen para tratar esta ley lo tengan cuando convoquemos a una sesión para rechazar el DNU. Si van a hacer añicos la democracia permítanse al menos tener una disidencia y vengan a construir el quórum que destruya el DNU que le hace pelota la vida a los argentinos", exclamó durante el plenario de comisiones. La advertencia había sido lanzada y, al día siguiente, la oficializaría con una convocatoria para sesionar el mismo día que se espera que todavía se esté debatiendo el proyecto de ley ómnibus.

En el cosmos de la oposición más dura, que constituye la base para el rechazo del DNU, la convocatoria fue una sorpresa. Ni el radicalismo alineado detrás de Facundo Manes ni el socialismo ni la izquierda habían sido avisados, lo que generó malestar entre muchos diputados que acusan a UxP de haberse "cortado solo". "Esto es una locura", le recriminó un diputado radical a Martínez, preocupado porque "el número no está" todavía. En UxP, en cambio, hay muchos que consideran que están cerca de llegar a los 129 para el quórum: "Nos faltaron solo cinco en la sesión por Educación", deslizan los más optimistas, refiriéndose a la sesión luego de la marcha en defensa de la educación pública. Martínez, hasta la semana pasada, era de los más desconfiados.

El ojo está puesto en tres sectores clave: la UCR, los partidos provinciales y algunas de las voces más críticas dentro de HCF. El piso para el rechazo lo constituyen los 99 de UxP, los cinco del FIT, los socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein, Natalia de la Sota y los dos santacruceños que responden a Claudio Vidal. A partir de ahí falta crecer en al menos 20 votos. La mayor esperanza es que a los radicales críticos de la línea Manes --como Pablo Juliano o Fernando Carbajal-- se le sumen todos los que responden a Martín Lousteau y algunos otros sueltos, como Julio Cobos o Fabio Quetglas. Después están los partidos provinciales que en el Senado votaron en contra del DNU, como Juntos Somos Río Negro, o se abstuvieron, como el Frente de la Concordia Misionero. La Coalición Cívica es otro sector al cual se apunta interpelar, aunque en la sesión del miércoles no dieron quórum.

El problema que surgió en las últimas horas, sin embargo, es que varios diputados que UxP confiaba en que darían quórum están molestos por la forma que el peronismo "se mandó solo". "El DNU es una cagada y lo quiero tumbar, pero si el kirchnerismo cree que nos puede estar llevando de las narices se equivoca. Nos enteramos de la convocatoria cuando salió, nosotros estamos intentando tender puentes pero el kirchnerismo quiere ser el protagonista exclusivo", se quejaba un radical que viene participando de todas las sesiones convocadas por UxP y que, ahora, sostiene que ni él ni ninguno de los radicales dará quórum para la sesión. 

La UCR, que quedó muy golpeada tras la sesión fallida del miércoles, no es la única que se muestra renuente a sentarse en sus bancas este martes. También a los "duros" de HCF, es decir, los socialistas y De la Sota, les cayó mal que UxP no los hubiera convocado antes. "Ellos saben que el martes se va a estar tratando la ley ómnibus, es un error, quieren capitalizar para un sector político. No se buscó construir un consenso", les recriminó un legislador de HCF. 

La izquierda, mientras tanto, se encoje de hombros e ironiza: "No nos avisaron, pero porque ellos quieren ser protagonistas y saben que nosotros vamos a estar igual. Ya estaban quedando mal por no convocar contra el DNU y una chicana no viene mal", se reía una diputada del FIT.

Más allá de los cuestionamientos, en la oposición no peronista consideran que la sesión no terminará pudiendo llevarse a cabo porque se chocará con el debate de la ley ómnibus. Se espera que, para el martes, todavía se esté llevando a cabo la votación particular y que, valiéndose de esa excusa, Martín Menem no convoque la sesión que pidió UxP. Técnicamente está obligado, porque si bien el pedido no lo firmaron todos los diputados de UxP - hubo algunas pocas ausencias, como la de Máximos Kirchner -, sí lo hicieron más de 10, por lo que el presidente está obligado a convocar. A menos que, claro, todavía se esté llevando a cabo la sesión del lunes luego de un cuarto intermedio.

El bloque de UxP considera, en cambio, que las sesiones no terminarán chocando, que esta vez el debate será más breve. No había, de todos modos, muchas opciones: UxP quería aprovechar que todos los diputados ya iban a estar presentes por el debate de la ley ómnibus y la única otra alternativa era hacer la sesión el lunes antes de que comenzara el otro debate. Pero para entonces habría muchos diputados del interior que aún no habrían llegado, así que se optó por el martes (ya que el miércoles es feriado). 

En el bloque admiten, además, que las presiones internas para convocar no se podían continuar aplazando. En el peronismo aseguran que varios diputados radicales les han comprometido su voto en contra "después de la aprobación de la ley ómnibus", por lo que ahora planean ponerlos de espalda a la pared. "Se acabaron las excusas para no tomar posición", explica un importante dirigente de UxP.